Ir al contenido principal

Los Cinco Grandes Componentes de los Equipos de Trabajo.



Por Carlos Primera.

carlos.primera@gmail.com

Hace unos días me conseguí con María, antigua compañera de trabajo. Me dice entusiasmada que actualmente forma parte de un equipo de trabajo, muy exitoso en su organización. Le pregunté cómo lo han logrado y me respondió lo siguiente: primeramente, el equipo se conformó en base a las características del proyecto y desde allí, hemos puesto en práctica lo que que Salas, Sims y Burke (2005) denominan los cinco grandes  componentes de un equipo de trabajo; ellos también los llaman “big five”. Los mencionados autores aseguran que un equipo de trabajo debe hacer operativo cinco (5) componentes: liderazgo de equipo (LE), monitoreo mutuo de desempeño, comportamiento de respaldo, adaptabilidad y orientación de equipo.

Liderazgo de Equipo. Está compuesto del modelo mental compartido, la facilitación de la adaptabilidad y el establecimiento de las expectativas de conducta y de rendimiento de cada miembro. El modelo mental abarca  los objetivos, las limitaciones potenciales, los roles de cada miembro del equipo y los recursos disponibles. Eso clarifica lo que todos deben hacer  y cuándo debe estar terminado, además, alerta acerca  de lo que hacen los demás y respaldar a los compañeros, cuando sea necesario.  El líder también debe preparar al equipo para reaccionar ante cualquier eventualidad que surja del entorno, siendo flexible para adaptarse  a cualquier cambio.  La cultura del equipo es responsabilidad del liderazgo, el cual debe ser compartido entre todos los miembros; esa cultura debe cimentar un clima de trabajo armonioso, de confianza,  alegre y siempre facilitando el trabajo colectivo e individual. 

El monitoreo mutuo del rendimiento. Se refiere a estar  pendiente de los compañeros de equipo, de su trabajo y de sus responsabilidades; eso no significa, espiar  lo que hacen los demás, sino monitorizar para detectar anomalías, en las tareas o roles, que podrían afectar el desempeño del equipo y que deben solventarse. Es importante señalar que este monitoreo es posible cuando los miembros se tienen confianza y conocen las responsabilidades de los demás. Es tarea del líder promover esa confianza y ese conocimiento.

Comportamiento de respaldo. Es la consecuencia del componente anterior. Una vez que se detecta la necesidad de solventar alguna situación anómala, los miembros del equipo deben proporcionar los recursos y el esfuerzo necesario para eliminar la anomalía. La solución puede  consistir en proporcionar realimentación al compañero del equipo o asistirlo para  completarle la tarea o bien, asumir su rol. En cualquiera de las  situaciones que se presente, la idea es apoyar para el respaldo de los compañeros cuando la situación lo amerite.  

Adaptabilidad. Trata sobre la flexibilidad de acción del equipo para cumplir con los objetivos o para reaccionar frente situaciones inesperadas. Es  la capacidad que debe tener el equipo  para adaptarse  a las circunstancias y reaccionar para hacer los ajustes necesarios. Para activar la adaptabilidad, es necesario reconocer la desviación de la operación normal y hacer las acciones de ajuste necesarias. La adaptabilidad hace posible el comportamiento de respaldo.

Orientación a trabajar en equipo. Se refiere a la actitud de los miembros del equipo para trabajar colectivamente. Eso se manifiesta en el  gusto para  trabajar con los demás y estar pendiente de mejorar el rendimiento individual  a través de la coordinación, evaluación  y utilización de la información compartida  entre todos.

Resumiendo nuestra experiencia, dice María, hemos comprendido que  los cinco componentes son las bases del trabajo en equipo porque nos ha permitido hacer operativo el liderazgo, el monitoreo mutuo, el respaldo, la adaptabilidad y la orientación de equipo. Ningún equipo puede ser exitoso si no asimila correctamente esos componentes. Estoy de acuerdo.

Conociendo, a través de la experiencia de María,  cuáles son los componentes fundamentales del equipo de trabajo, a partir de ahora, debemos comenzar a trabajar en ellos para cimentarlos e internalizarlos, en cada uno de los miembros de nuestro equipo de trabajo; para lograrlo, el equipo debe entrenarse así como lo hace, por ejemplo, un equipo de fútbol profesional. El entrenamiento adecuado permitirá asimilar  los cinco grandes y de esa manera, las posibilidades de éxito del equipo se incrementarán.


Referencias Bibliográficas.

Salas, E., Sims, D. E. & Burke, C.  (2005). Is there a “big five” in teamwork?  Small Group Research, 36(5), 555
Publicado originalmente en: http://elequiposinergia.blogspot.com/2014/03/los-cinco-grandes-componentes-de-los.html

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mapa de Stakeholders: El Poder y el Interés

Carlos Primera (carlos.primera@gmail.com) Cuando iniciamos un proyecto, emergen muchas interrogantes, con respecto a las personas u organizaciones que de alguna u otra forma tienen que ver con el mismo.  Por ejemplo, podríamos preguntarnos: ¿Quiénes poseen el poder para apoyar u obstaculizar el proyecto?    ¿Quiénes están interesados? ¿Quiénes tienen o tendrán relación con el proyecto? ¿Cómo se relacionan entre ellos?.   La respuesta a esas interrogantes son los “ Stakeholders ”   o partes interesadas. Los “ Stakeholders ”   o partes interesadas representan individuos, equipos de trabajo u organizaciones   involucradas en el desarrollo de un proyecto, diseño de un equipo de trabajo, solución de un problema/desafío o cualquier otra situación; para este escrito, solamente me referiré a los proyectos, no obstante,   todo lo que se indique es aplicable a problemas, desafíos   o cualquier situación particular que se analice. La información de los Stakeholders se centraliza

Lazos de Retroalimentación.

E n los sistemas existen dos tipos de retroalimentación: negativa y positiva. Para Louma (2006) la retroalimentación negativa ocurre cuando un sistema trabaja para mantenerse por sí mismo en una condición estable o de equilibrio, es decir, que siga funcionado tal cual lo está haciendo actualmente; cualquier desviación de ese estado deseado, activa acciones de corrección para retornar al estado indicado, si no lo logra, el sistema entra en un estado de desequilibrio. Por otro lado, la retroalimentación positiva no busca el equilibrio sino que refuerza, amplifica el estado actual del sistema, bien sea éste de equilibrio o desequilibrio. Como ejemplo, el autor cita las reacciones en cadena, las profecías autocumplidas y los círculos virtuosos/viciosos. Según Mitleton-Kelly (2003) cuando un sistema se encuentra fuera del equilibrio la retroalimentación positiva refuerza el comportamiento existente en ese sistema sea en la degradación del desorden o en la creación de un nuevo orden.

Ideación y la Técnica de Relaciones Forzadas

  Por Carlos Primera Leal En   nuestro acontecer diario como persona o profesional, en muchas ocasiones nos solicitan ideas y por arte de magia, quedamos en blanco, bloqueados mentalmente; si además, nos indican que esas ideas deben ser no convencionales, poco comunes, inusuales o en general que sean creativas e innovadoras, la cuestión se pone más complicada. La buena noticia es que podemos salir de esa situación embarazosa haciendo uso de algunas técnicas de creatividad y una de ellas, es la denominada “Relaciones Forzadas” creada por Charles Whiting en 1953.   Esta técnica también ofrece la posibilidad de la generación de   ideas novedosas durante el proceso de “Ideación” de la Metodología Design Thinking. Durante la ideación, utilizando la técnica tormenta de ideas, el equipo de diseño genera ideas para enfrentar el desafío planteado en los procesos previos de la metodología. Con base en el desafío y la técnica   “ Relaciones Forzadas ”, el equipo produce muchas ideas creativas