Decodificando el Caos: La Categorización como Clave para Desentrañar la Información de la Experiencia del Cliente
Carlos Primera Leal.
La
empresa “Ayail”, dedicada al comercio de productos electrónicos en línea, ha
experimentado una disminución del 5% en sus ventas. Además, un incremento en
las devoluciones y un flujo constante de quejas de clientes a través de las
redes sociales. Ante esta situación, el CEO convoca a María para liderar un
equipo de trabajo con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente,
identificando este aspecto como la raíz del problema en las ventas. Como parte
de la asignación, también se le encomienda, el análisis de la información
recibida en las redes sociales.
Al
enfrentarse al análisis de la información no estructurada proporcionada por las
redes sociales, María y su equipo se encuentran con un caos abrumador,
comparable a un “monstruo de mil cabezas”. La dificultad para extraer
información valiosa que revele las necesidades, deseos y puntos de dolor de los
clientes parece insuperable, planteando un enorme desafío.
En
respuesta a este desafío, María organiza una sesión de ideación, con su equipo,
para definir estrategias que permitan obtener información útil de los datos
recogidos en las redes sociales. Tras una lluvia de ideas, concluyen que la
categorización es la clave para dar sentido a la información y clasificarla de
manera efectiva. La categorización es una de las etapas del análisis
cualitativo de datos que permite resumir información cualitativa no
estructurada en información con sentido. Según Hurtado de Barrera (2012), las
categorías permiten agrupar unidades de análisis en conjuntos afines que
resumen la información emergente, haciéndola más manejable.
Gracias a
la categorización, María y su equipo logran transformar, el enredo de datos, en
información estructurada y significativa. Durante ese proceso emergen
categorías como “Experiencia de Búsqueda y Compra”, “Experiencia Post-Compra”,
“Servicio al Cliente”, “Calidad del Producto y Entrega”, entre otras. El
proceso de categorización permite identificar patrones y tendencias ocultas en
la maraña de datos de las redes sociales. Utilizando el Design Thinking y con la
información de la categorización, María y su equipo logran anticipar y
comprender mejor las necesidades de los clientes, proponen ideas creativas y
elaboran prototipos que resultan en un incremento de las ventas y una mejora
significativa en la experiencia del cliente.
La
categorización se convierte así en una herramienta para convertir el caos informativo
en una oportunidad de oro. La historia
de María y su equipo, demuestra el poder transformador de la categorización.
Si te
encuentras en una situación similar, abrumado por la información no
estructurada de tus clientes, puedes aplicar este enfoque de forma
relativamente sencilla utilizando herramientas de IA, como el Copiloto de Bing© o Gemini©. A continuación, se presentan los pasos para categorizar tu
información no estructurada:
1. Definir el objetivo que se pretende lograr con el
análisis de los datos. Por ejemplo,
obtener categorías relacionadas con las quejas relacionadas con las ventas.
2.
Recopilar
los datos.
3.
Diseñar
el Prompt. Una primera aproximación podría ser el siguiente
(usted puede mejorar esa primera aproximación, teniendo en cuenta la limitación
que imponga la herramienta)
Prompt:
Clasifica en categorías afines los
siguientes datos [indicar qué datos, por ejemplo, quejas
ventas]: [Insertar acá los datos]
4. Activar Bing© o Gemini©.
Escribir y ejecutar el prompt diseñado en el punto 3.
5.
Analizar
y filtrar las categorías resultantes del Prompt, según el objetivo que se
persiga. Es importante resaltar que estas categorías se pueden utilizar como
insumo para las fases de la Metodología Design Thinking: empatizar, definir,
idear, prototipar y evaluar.
6.
Repetir
los pasos 3 y 4, hasta que se logre el objetivo; en caso contrario,
experimentar con otras herramientas.
En resumen, la
categorización permite decodificar, el caos que aparenta la información no
estructurada proporcionada por las redes sociales o de cualquier otra fuente, permitiendo así desentrañar
la información valiosa que permitirá deleitar al cliente por intermedio de
productos y/o servicios que satisfacen sus necesidades; esa información valiosa
y comprensible, mejora la experiencia del cliente, para la situación que
comentamos acá, pero puede ser para cualquier otra situación organizacional.
Las categorías resultantes son invaluables porque pueden crear la posibilidad
de nuevos productos/servicios creativos e innovadores, cuando se usan con la
Metodología Design Thinking y sus fases: empatizar, definir, idear, prototipar
y evaluar.
Referencias
Hurtado
de Barrera, J. (2012). Metodología de la investigación: Guía para la
comprensión holística de la ciencia (4ta ed.). Bogotá-Caracas: Quirón
Ediciones.
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